Aunque me encanta, no aguanto esta situación.
Hay días, perfectos. Días que él viene a verme, días en los que me hace cualquier tontería para que le mire, para que le abrace o simplemente le sonría.
Pero, hay días, en los que parece que no exista, que no le importa si estoy o no. Hay días que paso por su lado a 2 cm, y ni si quiera me dice un triste hola, que me tiene ahí para cuando se aburre.
Mira, hay juegos que cansan y este ya me harta.
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