14 noviembre, 2011

Hay tres cosas de las que estaba totalmente segura:

La primera, Edward era un vampiro.
La segunda, una parte de él, y no sabía lo potente que podía llegar a ser esa parte, tenía sed de mi sangre.
Y la tercera, estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario